Respiraré, un respiro a la vez.

Cuantas veces hemos querido comernos el mundo pero en el afán de hacerlo solo hemos logrado una indisgestion y un mal sabor de boca.

Es así como defino las fiebres típicas de mi edad, donde la energía propia se convierte muchas veces en impulsos que terminan desbaratando todo (o mejor dicho lo poco) que logro construir pilar sobre pilar de manera decente.

Tal vez no está tan mal despues de todo el querer tomar un descanso entre paso y paso que de para asegurarme que cada paso que di fue firme y cada pie está bien colocado sobre el terreno.

Debemos aprender esto que tanto dicen: ''Del apuro solo queda el cansancio'' en cambio de la paciencia y la constancia han quedado todas esas cosas que conocemos hoy y que tanto han perdurado en el tiempo:

Así que hoy lo haré de esta manera, voy a apreciar el tiempo que requieran las buenas cosas y sabré convertir las ráfagas repentinas de energía que me quieran invadir en aguas fuertes pero controladas que sepan fluir para que no se gasten pronto.

No me conformaré con el ''mañana puedo hacerlo, no hoy'' pero tampoco pretenderé hacer las cosas rápidamente tan solo por verlas terminadas aunque a la final se desmoronen.

Hoy, empezaré a respirar tomando el tiempo de sentir como cada bocanada de aire llena mis pulmones y entonces comprenderá que cada cosa paciente y constante es la que realmente perdura.

Las que cosas que no se dicen

Muchas veces llegamos a un punto en el que creemos que estamos siendo hipócritas con nosotros mismos y con los demás.

Muchas veces creemos que estamos viviendo detrás de una hermosa y grande mascara.

He llegado a ese punto muchas veces en mi vida, creyendo que no merezco que los demás crean que soy quien aparento, y caigo entonces en el afán de conseguir quien soy realmente y poderle mostrar ese yo a quienes me rodean.

Es entonces en medio de esa búsqueda en la que llego a un punto ciego, en donde lo único que queda es devolverme y saber que el camino por el que venia era el correcto.

Olvidamos que somos humanos y es nuestra naturaleza.

No, no es nuestra naturaleza vivir tras una mascara, sino el tener dos caracteres, dos formas de ser, que no mostramos individualmente, sino que las unimos y solo mostramos lo mejor de cada una.

No por querer dejar cosas en nuestra privacidad somos falsos, ni tampoco por dar lo mejor de nosotros y dejar afuera lo que es vano, somos unas mascaras.

falta de fe...

a veces es tan dificil reconocer que caemos en los mismos errores 2 veces.. o mas.

a veces me pregunto que demonios ven los demas en mi que yo no puedo, me pregunto por que ven en mi alguien con quien poder hablar y alguien quien les pueda escuchar cuando yo me considero una pesima oyente...

pero lo que si me duele es ver que simplemente a veces ellos esperan de mi mas de lo que realmente puedo ofrecer, y aun asi, lo esperan de mi...

tal vez tengo en fe en todo... menos en mi misma.

o talvez se que aun no soy quien para dar consejos a los demas, aunque generalmente funcionan excepto cuando tarato de aplicarlos en mi misma.