Es así como defino las fiebres típicas de mi edad, donde la energía propia se convierte muchas veces en impulsos que terminan desbaratando todo (o mejor dicho lo poco) que logro construir pilar sobre pilar de manera decente.
Tal vez no está tan mal despues de todo el querer tomar un descanso entre paso y paso que de para asegurarme que cada paso que di fue firme y cada pie está bien colocado sobre el terreno.
Debemos aprender esto que tanto dicen: ''Del apuro solo queda el cansancio'' en cambio de la paciencia y la constancia han quedado todas esas cosas que conocemos hoy y que tanto han perdurado en el tiempo:
Así que hoy lo haré de esta manera, voy a apreciar el tiempo que requieran las buenas cosas y sabré convertir las ráfagas repentinas de energía que me quieran invadir en aguas fuertes pero controladas que sepan fluir para que no se gasten pronto.
No me conformaré con el ''mañana puedo hacerlo, no hoy'' pero tampoco pretenderé hacer las cosas rápidamente tan solo por verlas terminadas aunque a la final se desmoronen.
Hoy, empezaré a respirar tomando el tiempo de sentir como cada bocanada de aire llena mis pulmones y entonces comprenderá que cada cosa paciente y constante es la que realmente perdura.
